sábado, octubre 30, 2010

The referi horror show


El título parodia el último film del Piñeyro no representante de modelos (?). El argumento versa sobre una historia verídica: un pobre diablo que todavía pasa sus días detrás de los barrotes, purgando una condena por un crimen que no cometió. ¿Por qué? Por un combo de desidia y corrupción de jueces, policías y testigos.

Al personaje principal no lo apodan Piojo, pero bien podrían hacerlo.

Porque al piojito, historiquísimo (?) lateral rocamorense, el Tribunal de Disciplina de la UBA se la puso doblada (?) a pesar de ser más inocente que Heidi.

Los hechos sucedieron el domingo pasado y fueron más o menos así:

Apenas comenzado el segundo tiempo del partido frente a Mc Pantuflas, el Pollo quedó mano a mano con el arquero. Pelota dominada, sin marca alguna y con todo el arco a su disposición. Solo, ¿eh?


(la foto no deja mentir. Solo.)

Parecía gol cantado. Pero no.

Porque el Pollo, así como te clava un TERRIBLE GOLAZO de tiro libre...


...también es capaz de definir con un pif.

El tema es que la bocha pegó en el pie del arquero, corniseó por el travesaño, la fue a buscar Tito arriba con un defensor y un instante después aparecen los dos revolcados por el piso.


(bien el narigón en la secuela)

¿Qué pasó en el medio? No se sabe muy bien. Que codazo, que cabezazo, que choque casual. El árbitro vio sangre y aplicó tarjeta al tono. Las súplicas de Tito para que reviera la decisión fueron en vano. Sentencia inapelable que sólo fue suavizada "Sé que sos un gran jugador y una gran persona (?), pero te tengo que echar porque fuiste mal".

Hasta ahí nada extraño que pudiera pasar en cualquier otro partido. Un choque, un corte, una sanción más o menos justa...

Pero el árbitro ese después de mostrar la roja, olvidó poner el número de camiseta del jugador. Recién se avivó del desliz al terminar el partido. Pero claro, ir a preguntarle qué número tenía a Tito, que todavía masticaba pasto sintético de la bronca parecía una cargada.

¿Y entonces que hizo?

Después de recibir el sentimiento del Nene en que "no daba"ir a perguntarle eso en ese momento, le pispeó el número a éste y se lo enchufó al informe. Claro, total, uno jugaba de 5 y el otro tenía la 5 en su dorsal. Más o menos lo mismo (?).

El Piojito se atragantó con la noticia el jueves al mediodía cuando la Corte de Quevedo y cía. le enchufó una fecha por... buuuuuueeeeeennnn tttttttiiiiippppppoooo, como diría el bambino.

El nene hizo catarsis con una lluvia de mensajes peor que la del viernes a la tarde.

Más allá de la bronca, dejó una con su sello: "me siento como los albañiles del Secreto de sus Ojos".

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