lunes, agosto 04, 2008

El antro del triunfo

La semana pasada, entre la expectativa por la decisión del tribunal, la exitación por el triunfo y la visita obligada por el quirófano (en el que, dicho sea de paso, sólo cruce dos palabras con uno de los médicos que realizó la intervención. "¿De qué equipo sos?", me preguntó. "De River". "Ah. Puto (?)", me retrucó y no me habló más), relegué injustamente a un segundo plano a lo que consistió en el festejo por los tres puntos.

Ya dije anteriormente que Coronel Cañones no era nada del otro mundo. Y es verdad. Pero de todas formas al tío de Isidorito (?) no se le gana todos los días. Una vez al año, máximo 2 si armás un amistoso en la pretemporada. Entonces, si para un acontecimiento feliz como un cumpleaños o un aniversario, que se celebra una vez en 365 días la gente tira la casa por la ventana, por extensión, el fenómeno se tendría que repetir en toda clase eventos por el estilo. En otras palabras, cualquier motivo es bueno para festejar descontrolándose (?).

En cuanto a la forma de festejar, la historia nos ha enseñado que cuanto más desenfrenada la joda, más se la recuerda (?). El caso testigo es el del último sub-20 que, como refresca la memoria el video a continuación exhibido, rompió todo lo que se podía romper en el hotel y un poco más también (se puede decir que fue la única vez que el Papu Gómez la rompió).


Es decir, un flojo festejo es como salir segundo: nadie lo recuerda. ¿O alguien rememora la fiesta desatada por Lombardi, Chaparrito, Panchito Guerrero y demás fracas, en Qatar ´95?

No es de todas formas mi intención hacer una apología de los destrozos en el hotel (más allá de que el Hall de entrada de la casa de Pablito sufrió en carne propia lo que sucede cuando la gente imita a sus ídolos (?)), si no la de identificar el lugar adecuado para hacer propia una celebración que sea difícil de imitar... hasta el próximo fin de semana.

Señores, ese lugar tiene nombre y apellido (bueno, los dos no, pero nombre tiene): Lansky.

Estos son, a mi entender, los 3 motivos que convierten al antro de Juncal y Ayacucho en el "Rafa Nadal de los boliches" y en el lugar ideal para celebrar una victoria (no cuento el hecho de que sea el lugar en el cual el zurdo consiguió novia (?)):

1) Porque según pude comprobar recientemente el lugar es frecuentado por animadores del torneo de la UBA. Bruno Golinelli (9 de Fútbol y Tenis), Pancho Potenze (3 de Bomba Psicológica), etc. son algunos de los que pude identificar en el último tiempo. Lo lindo, entonces, es que más allá de todo lo que pasa alrededor (?), hay un lindo ambiente futbolero universitario (?).

2) Por las excentricidades que se ven en el lugar: Es un boliche pero hay mozas, el DJ pasa de un tema electrónico a uno de Alcides sin ponerse colorado y con menos enganche que equipo europeo, los barman son invisibles (?), etc.



3) Y, finalmente, porque tiene una página de Internet que la rompe (?), ya que promociona al lugar con fotos como esta...



...o esta otra...



..o, la mejor de todas, merecedora de un "(?)" mas grande que Ciudad Universitaria...



(Dicho sea de paso, ya fui como 73 veces y nunca vi nada remotamente semejante. A prestar más atención se ha dicho)
En fin... sin una mano y sin el fútbol. Es lo que hay, muchachos.

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