Se va el 2006. Año intenso en emociones (?). En estos 365 días pasamos de la irregularidad del comienzo del año (grandes desempeños contra Pura Ft2 y Amenaza de Bomba, y derrotas con sabor a poco contra Junín y TyP), al desastre de abril-junio (derrotas contra cualquier rejuntado de 11 jugadores) y finalmente, a la consolidación de fin de año.
Creo que el punto de inflexión fue el partido con Costa Rica. Veníamos de una derrota durísima (la única que tuvimos por más de un gol de diferencia), contra el último de la tabla. El domingo había terminado movidito. Viajando a nqn mi celular no paraba de recibir mensajes de texto con renuncias, insultos, ajustes de cuentas, pases de facturas... Una síntesis de lo que había sido el partido: gente llegando tarde, desorden en la cancha, recriminaciones al final. El peor momento de la historia de Rocamora. Lejos.
Pero el milagro llegó. El fin de semana siguiente lo encontró a Juampi jugando en la cueva. Y el equipo encontró la solidez defensiva que le había hecho perder tantos puntos (además de que jugamos con doble 5, doble 3 y doble 4, je). Lo cierto es que goleamos a un candidato sin que nos creara una situación de gol. Esos 3 puntos consolidaron al grupo y fueron la piedra fundamental de la gran campaña que casi nos regala un ascenso.
A partir de allí todo fue color de rosa. Incluso las derrotas. ¿O alguien se puede recriminar algo del 0-1 contra el campeón? ¿O del último 1-2? Faltó poco para ascender: suerte, gol en algunos partidos o árbitros justos. No sé. No es tiempo de llorar por la leche derramada, sino de mirar hacia el futuro para lograr en un año el tan ansiado objetivo. Y ya hemos aprendido que el campeonato se empieza a ganar en el verano con una buena pretemporada.
Se va el 2006. Y se retira con el arcón de recuerdos llenos. Este fue el año de Pure Bravury, de la trompada del pelado al tecla, de la agarrada genital del colombia, de la lesión del zurdo, de la expulsión de piojo por sacar la pelota de la linea volando como un arquero, de los tiros libres al ángulo de peli, de Santa María de Once, de la consagración de la frase "Sos verde, Cole", de la fiesta descontrolada, de las "suspensiones" a Drigo y Piojo, etc. Sólo faltó la frutilla del postre para coronar un año perfecto: el ascenso.
Esperemos que el 2007 nos encuentre a todos brindando por la culminación de una campaña épica con ascenso, y por qué no, título incluido.
¡¡¡Abrazo para todos y feliz año nuevo!!!
