Pareció una joda. Tanto hablar del tecla, de su vuelta, de su reivindicación con el fútbol, con el equipo, con el campeonato. Tantas promesas y todo en vano. Otra vez la misma historia. Que ya cansa, porque ni siquiera es novedosa. La gente ya no se traga esos "pedidos de perdón", esas explicaciones insólitas, esas promesas de no repetir una historia que invariablemente va a volver a suceder de todas formas.
Lo más preocupante, igual, no es la actitud del polémico delantero. Lo que realmente alarma, es que hace escuela en otros integrantes del plantel. Si ya teníamos bastante con los desplantes del tecla, ahora tenemos que sumarle los de su fiel ladero: el nene.
Ninguno de los dos, pese a manifestar en los días previos su "enorme interés" en participar de cualquier evento futbolístico que surgiera, se hicieron presentes en Ciudad Universitaria el sábado a las 10:30. El irresponsable desplante dejó a Rocamora con 9 tipos y la alineación titular tuvo que ser suplida con la invaluable predisposición de Chichi que se vino volando al primer llamado telefónico (Grande Gordo!) y la buena técnica de un pibe que se encontraba al borde de la cancha vaya a saber uno haciendo qué.
Todos queremos ganar finales. Pero para llegar a jugarlas hay que ganar el resto de los partidos del campeonato, teniendo para ello que entrenar duro y jugar con seriedad los partidos amistosos. Ahora, si ni siquera vamos a jugar los partidos amistosos mejor olvidémonos del sueño "ascenso".
El 1-0 a favor es anecdótico. Del partido sólo se puede rescatar la vuelta al gol del Pollo para demostrar que sigue vigente y una tenencia de pelota prácticamente total. Por ser el debut, aprobado cómodo. Lástima las actitudes de los susodichos. Suman porotos para arrancar en el banco el campeonato. Veremos como sigue la historia.
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