Una noticia naso menos

Apenas vi la patada me dije: "mmmm, esto ´huele (?)´mal". El rostro del león del mediocampo rocamorense acababa de impactar contra el duro cuero del botín de la marca de las tres tiras, y el torrente de sangre que emanaba sin cesar hacía imaginar los peores presagios. Presagios que se terminaron confirmando unas horas después: la nariz de turquito estaba rota en varios pedazos.

El lector, inocente, se preguntará cómo un hueso tan pequeño puede partirse en tantos pedazos. Basta con haber mirado de perfil al irascible hincha del bicho para darse cuenta de que aún sin títulos universitarios en su haber o vasta experiencia laboral, tiene algo en lo que se destaca (algunos afirman que otra de sus extremidades tiene un llamativo tamaño, aunque este tema excede el marco de la presente nota). La nariz de turquito, una de las obras monumentales de la humanidad, representa un blanco fácil -casi imposible de fallar- para todo aquel que ose arrojar un objeto de cualquier índole contra dicho órgano.





Hay una frase que sintetiza todo el párrafo anterior, y que fue pronunciada (cuando no) por Juampi en tierras imperiales: "...no hay mal que por bien no venga, ese nazo (sic) necesitaba cirugia tarde o temprano.Es un peligro jugar con eso, seria como jugar con la pija parada todo el partido. Un dia se va a romper! ".



Chistes aparte, la lesión de turquito deja dos cuestiones dignas de destacar:
1- El volante ex-bordo será baja al menos dos meses (todos los partidos de pretemporada) y es seria duda para el debut en el campeonato (mediados de abril).
2- No hay que soslayar la garra para ir a buscar una pelota intrascendente, en mitad de cancha, en un partido amistoso de esos en los que todos juegan livianito, arriesgando la piel y el alma para obtener la pelota. Pensar que en ese momento otros yacían tirados en sus camas babeando las almohadas con el aire acondicionado al mango.



Alguna vez fue la imagen del logo de Rocamora. Hoy lo reivindico y le deseo desde esta humilde página un pronta recuperación. Rocamora lo necesita y lo va a estar esperando.

¡Fuerza Turquito!

PD para pensar: Pinocho era de madera y tenía problemas con su nariz. Pero finalmente todo se solucionó y quedó de carne y hueso. Turquito con la pelota en los pies es de... digamos, que no es precisamente un dúctil y también tuvo problemas con su nariz. Después de la operación: ¿Se viene un turquito más habilidoso?

Ni olvido ni perdón (?)

Pareció una joda. Tanto hablar del tecla, de su vuelta, de su reivindicación con el fútbol, con el equipo, con el campeonato. Tantas promesas y todo en vano. Otra vez la misma historia. Que ya cansa, porque ni siquiera es novedosa. La gente ya no se traga esos "pedidos de perdón", esas explicaciones insólitas, esas promesas de no repetir una historia que invariablemente va a volver a suceder de todas formas.

Lo más preocupante, igual, no es la actitud del polémico delantero. Lo que realmente alarma, es que hace escuela en otros integrantes del plantel. Si ya teníamos bastante con los desplantes del tecla, ahora tenemos que sumarle los de su fiel ladero: el nene.

Ninguno de los dos, pese a manifestar en los días previos su "enorme interés" en participar de cualquier evento futbolístico que surgiera, se hicieron presentes en Ciudad Universitaria el sábado a las 10:30. El irresponsable desplante dejó a Rocamora con 9 tipos y la alineación titular tuvo que ser suplida con la invaluable predisposición de Chichi que se vino volando al primer llamado telefónico (Grande Gordo!) y la buena técnica de un pibe que se encontraba al borde de la cancha vaya a saber uno haciendo qué.



Todos queremos ganar finales. Pero para llegar a jugarlas hay que ganar el resto de los partidos del campeonato, teniendo para ello que entrenar duro y jugar con seriedad los partidos amistosos. Ahora, si ni siquera vamos a jugar los partidos amistosos mejor olvidémonos del sueño "ascenso".

El 1-0 a favor es anecdótico. Del partido sólo se puede rescatar la vuelta al gol del Pollo para demostrar que sigue vigente y una tenencia de pelota prácticamente total. Por ser el debut, aprobado cómodo. Lástima las actitudes de los susodichos. Suman porotos para arrancar en el banco el campeonato. Veremos como sigue la historia.

El último regate del tecla

Alguna vez fue tildado de indisciplinado. Otras tantas veces de inconstante. Varios osaron incluso afirmar que el fútbol, deporte pasión de multitudes, no era de su agrado.



Él, con el correr de los años, supo aprender a convivir con esa cascada de murmullos. Su humanidad creó una capa impermeable a las críticas y a los insultos. Desde afuera asemeja la figura de un héroe griego inmune a los obstáculos que se le crucen en el sendero de la vida.

Sin embargo, en su fuero íntimo, el sabe que está en deuda. Sabe que con su mediocridad no conforma a la horda de chiquilines que lo admiran (?), que lo imitan, que lo idolatran. Hasta un gris observador sería un necio si negara la impronta de nuestro personaje a la hora de marcar tendencia al momento de vestirse: miles de jóvenes hoy tapan su cuero cabelludo con el inconfundible gorrito de lana que lo acompaña a todo evento social.



Y el hace lo que puede. Cuando parece que está revolcándose en el lodo, sumido en la oscuridad, incapaz de levantarse, saca un conejo de la galera, y regala magia y emociones por doquier. Como aquel gol de media vuelta en la cancha 2, que le aflojó las rodillas hasta a los más duros.
Y cuando parece que por fin se reconcilia con el camino del éxito, vuelve a caer. La ilusión desaparece. La frustración toma por asalto su lugar. El laberinto de Borges renace. El tambalenate andar por la cornisa se hace una constante.



Hoy el tecla Frías (si, de quien otro puedo estar hablando, si no), se bajó del amistoso de mañana al priorizar las luces y el dulce elixir de su otra inefable amistad: la noche.

Otra vez sucumbe. Otra vez decepciona. Todavía tiene crédito, porque los ídolos (?) siempre lo tienen (llámese Ortega, Houseman o Corbatta). Pero actitudes como estas le dan de comer a los que hacen dinero y se regocijan propagando aquello de que "al tecla no le gusta el fútbol".

El tecla está jugando el partido más difícil. El partido de su vida. De él depende sacarlo adelante o perderlo por goleada.



ÚLTIMO MOMENTO: La historia da un vuelco fundamental (?). El tecla consiguió auto para volverse de la fiesta y confirmó su presencia para el debut. La luz de la esperranza se vuelve a prender. Te queremos ver volar, tecla. De una vez por todas y para siempre.

Javier San

Si alguien alguna vez escribiese un libro dedicado a todas las excusas inventadas a lo largo de los siglos seguramente no le alcanzarían dos vidas seguidas para alcanzar su cometido. Siempre surge una nueva, una más creativa, una más inverosímil, una más fabulosa...

Durante estas 5 temporadas jugando el torneo de la UBA, se han escuchado enormes versos que han servido como argumentación de las ausencias a los partidos o como directamente como justificativos para no jugar. La lista es extensa. Apenas para ejemplificar: facultad los sábados, despertadores con imperfecciones en su funcionamiento, "lesiones", trabajos, idas a Hurlingham (o a algún lugar lejano de la provincia de Bs As), viajes a la provincia natal, GELP, otitis, retiros religiosos, recitales, convenciones del partido nacional socialista (?), enfermedades de las mascotas, resaca, etc.



Ayer escuché una nueva. La última. La mejor.



El querido Javito manifestó su inquietud por no poder concurrir a los entrenamientos de la pretemporada 2007.

Es que los días elegidos (para los que recién se enteran son lunes-miercoles-viernes) se superponen con los de la nueva actividad de nuestro amigo, que no es otra que (agarrate)... KUNG FU!!!



¿No me creés? Que te lo confirme entonces el mismísimo Javier San...