La cuestión es que luego de una aletargada discusión sobre lo que valía y lo que no, se llegó más o menos de acuerdo a lo que podríamos llamar "el reglamento" del campeonato.
El torneo, inconcluso y mal organizado, seguramente será olvidado en poco tiempo (si es que alguien lo recuerda todavía). Pero la desastrosa actuación del árbitro principal del primer cotejo (Braca) será una mancha difícil de borrar y que deberán cargar por los siglos de los siglos todos aquellos que alguna vez osen lucir la vestimenta de los colegiados. Los horrorosos fallos cargados de arbitrariedad y manifiesta desatención siempre deberán ser mencionados si de lo que hablamos es de justicia corrupta e inepta.
El triple toque de Drigo fue evidente pero pasa desapercibido al lado del mamarracho que vino después: ¡¡¡No podés no haber visto los dos piques que hubiesen significado la victoria de la dupla Repetto-Feced!!!
Braca, sólo te puedo decir una cosa: Con semejante desastre le das la razón a aquellos que dicen que tenés menos pique que el riachuelo.