jueves, julio 24, 2008

Aquí no ha pasado nada...

...por ahora.

El Tribunal habló, pero dijo poco. Pateó la pelota para adelante, entonces el suspenso sigue. Y la suspensio´ (?) también, porque inhabilitaron provisoriamente a Pollo, Juampi y Drigo.

4- PARTIDO: ROCAMORA VS MISURA. Atento los informes recibidos, se resuelve:
*.Suspender provisoriamente a los SRES: SANTIAGO REPETTO, JUAN PABLO REPETTO y RODRIGO ARANES, del equipo ROCAMORA.

*Suspender provisoriamente al SR: RODRIGO CANOVAS, como delegado y jugador del equipo MISURA, y establecer un plazo de 72hs, para que identifique formalmente a la persona que supuestamente ejercía la función de TECNICO y además fue protagonista de los hechos que originaron la suspensión del partido."
*Oportunamente se resolverá.

Mientras la SIDE busca al supuesto DT de Misura y el final de la novela se posterga una semana para regocijo de los programa de chimentos, aprovecho esta ocasión para retornar a un tema del que ya he escrito en otra oportunidad, pero bien vale refrescarlo.

Hay gente que emparenta el jueves con el boliche Lost, otros con el anteúltimo día laborable antes del fin de semana e incluso hay todavía muchos, los más nostálgicos, que identifican al día dedicado al Dios Júpiter con la emisión semanal que alguna vez supo tener el Cabezón Tinelli y su Videomatch. Para mí, en cambio, los jueves son los días del tribunal. O "jueves de tribunal", para amalgamar en una sola frase ese sentimiento, algo morboso, por los aforismos de "Luis María Quevedo" (encima el genio tiene nombre de poeta de verdad).

Obviamente esta semana el disfrute no fue tanto, porque había algunos muchachos del plantel a la espera del veredicto. Siempre es lindo, sin embargo, echarse una hojeadita por la sección que es una mezcla de las necrológicas y de las noticias policiales de la página de deportes de la UBA.

Lo emocionante del tribunal no se circunscribe a los temas que se publican, si no que dicha sección está diseñada estratégicamente de manera tal que a medida que uno desciende, aumentan de manera inversamente proporcional las penas otorgadas.

Primero los de una fecha, que siempre son unos cuantos. Después los de dos, cuatro y así sucesivamente. Hasta que se llega al clímax, al momento cúlmine, al orgasmo disciplinario (?): cuando se lee "Partido Obrero vs Piquete de la abundancia", uno ya se deleita porque sabe que se viene un orgía de suspensiones. Lo bueno: es un momento irrepetible en la semana. Lo malo: la sensación es efímera y después de eso la vida no tiene tanta razón de ser. Hasta el otro jueves, claro.

¿Y del Tribunal que se puede decir? Nadie los conoce, pero seguramente son un cuerpo de colegiados de largas barbas y frente arrugada por el saber. Dijo Carmen Argibay: "Estuve en el Tribunal de la Haya, estoy en la Corte Suprema de Justicia, ojalá algún día esté en el Tribunal de Disciplina de la UBA". Bueno, no lo dijo, pero tranquilamente lo podría haber dicho. Y hubiese estado bien. Es que a diferencia de la Corte, que porque es suprema no se equivoca, el Tribunal nunca se equivoca y por eso es el órgano supremo.

Tienen algunas cuestiones que podrían considerarse leves manchas. Por ejemplo, uno por el blog de Barrilete Cósmico se entera de que a un jugador de Costa Rica lo expulsaron por partirle la nariz de un cabezazo a un rival. La sanción: 1 fecha. El primer sentimiento que a uno inunda es el impotencia, porque confirma la presunción que hay una justicia para pobres y otra para (Costa) ricos. Pero discutir sin conocer, sin estudiar los fundamentos jurídicos que le dan el marco a la sentencia, sin leer los cobardes informes arbitrales, etc. es como mínimo imprudente. Si lo dice el Tribunal, por algo es.

Aprovecho esta ocasión entonces a invitarlos a que descubran el placer sádico que sólo el Tribunal les puede dar y a que entiendan que es mentira que la justicia en este país solo es una mera utopía.

Por una Argentina, entonces, con más Quevedos y menos Nazarenos.

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