martes, julio 15, 2008

Piojo, el tiempo te dará la razón (?)


Y un día Santiagoel domingo voy a verlos seguro, ehMoras Mom, marcó tendencia. Dos férulas sobre las que descansan mis dos dedos con tendón roto a la espera de una visita al quirófano (al menos ese fue el pronóstico prima facie del novato que me atendió), son, junto con el punto con sabor a nada, todos los laureles que supimos conseguir en esta fecha 9.

Me cago en el pibe que tocó la pelota con la mano, en el árbitro que tardó un año en anotarle la amarilla, en Juampi que hizo el tiro libre antes de tiempo y en el arquero rival que la devolvió con un fulbazo. Ah, y en ese esférico de mierda, que no se cómo me pegó, pero cuyas consecuenias están a la vista de todos.

En fin, una baja importante para lo que viene. ¿Para Rocamora? No, si cualquier Carlitos con un poco de entusiasmo me puede reemplazar a la perfección. Yo digo para el blog, porque me cuesta bastante escribir, aunque también comprobé que los dos meses sin ir a trabajar del Nene son una de las barrileteadas más grandes de la historia.

En fin, esto es lo más importante que dejó una fecha que, dicho sea de paso, dejó bastante poco a nivel anécdotas.

-Bien lo del capitán de “Lowachodesiempre”. Un caballero (?). Eran y media en punto, y el 37 que traía a Peli desde su casa, trotaba a la vera del Río de la Plata, domingueando cual famoso Renault 9. ¿Maestro, lo podemos aguantar 5 minutos?, fue el pedido. “Señor juez, le pido que si son al menos 7, arranquemos el partido de inmediato”, fue la respuesta cargada de Fair Play. Lowachodesiempre, másputosquenunca.

-La frase del domingo viene a colación del incidente mencionado en el punto anterior: “Loco, rompieron las bolas con jugar, pero desde los 5 minutos del primer tiempo ya no lo quieren hacer más”, afirmó, con razón, el Pollo cuando con el resultado favorable los rivales se dedicaban a hacer tiempo y a revolearla para cualquier lado.

-Esto fue así, incluso después del fierrazo de Juampi que decretó el 1 a 1. El escandinavo (?) levantó la vista en el festejo. Algunos afirman que fue en dedicatoria a su chica sueca. Para otros fue una forma de decir “cuándo voy a dejar de jugar en estos potreros del orto, para cambiarlos por las prolijas canchas sintéticas de Gotemburgo”.

-Por momentos el último partido me hizo acordar a la categoría D: fin de semana de mañana, cancha 6, el rival un equipo chico que se te mete atrás, viento, terreno poceado, etc. Y para estar al tono 3 llegadas tardes para empezar el partido con 10.

-Sms del fin de semana (?): “Faza, decime que se suspende el partido, papá”, mandado por Peli, enviado especial para cubir las alternativas de la noche de Museum, a las...6:30 de la mañana! El milagro de la lluvia no llegó y tuvo que arrastrarse hasta la cancha, para luego arrastrarse dentro de ella.

-Cole entró y le tocó bailar con la más fea. ¿Tuvo que marcar al mejor rival de ellos? No, tuvo que salir jugando con la pelota dominada un par de veces. Eso sí, cruzó a un par de delanteros con timming. No llegó a tiempo al partido, pero al menos hizo lo propio en un par de avances.

Les juro que pienso, pero creo que con la salvedad de la notable exteriorización con la que el árbitro expresó su calentura (“Boludo, como me rrrrrrrrrompen las pelotas”), no pasó mucho más.


Al Adol*o no se lo vio por Ciudad a pesar de que Dakota jugaba en la cancha de al lado, pero a la vista de los sucesos de un domingo poco agradable es inundadable que este cascote no se toma francos ni feriados.

En fin, sin la frescura de los pibes (Tincho y Tomi, comenzando su hibernación en Neuquén) y con el gol negándosele a Pablo “La joya” Frías (hace todo bien, menos la puntada final), el despilfarro de todas las chances claras fue lo que a la postre marcó a fuego este 1 a 1 desabrido.


Hay que mejorar: hasta el domingo hay tiempo.

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