viernes, octubre 26, 2007

La vuelta del caminador de casas

Para los memoriosos, G*ill*t* es algo más que el hermano de Cole. Allá lejos, en el año 2002, el Santamaría mayor estuvo en el plantel de Rocamora e incluso disputó dos o tres partidos de central y de arquero. Sus 19 años le deban una ascendencia especial (?) teniendo en cuenta que el resto de los jugadores de la lista de buena fe con suerte eran un año menores.

El tiempo pasó y a medida que aumentaban sus kilos y se desfiguraba su silueta, paradójicamente fue perdiendo peso en el plantel. Nadie percató entonces su misteriosa desaparición de la vida pública y deportiva. Casi sin dejar rastros G*ill* cedió con nobleza su lugar a las nuevas generaciones que pedían pista hacía rato. Desde ese momento hasta el presente 2007, su nombre se traía a colación esporádicamente, cada vez que se revivían aquellas buenas y viejas épocas (?).

Digo bien hasta el 2007, porque este año nuestro personaje abandonó su ostracismo e irrumpió en la sociedad con fuerza inusitada. Hechos de su autoría comenzaron a ser noticia, los cuáles no carecían de elementos polémicos y provocadores. Emprendimientos de dudosa transparencia, actos que caminaban por la cornisa de la punibilidad y descalificaciones emanadas de su filosa lengua, son sólo ejemplos: tráfico de productos electrónicos, amnesias momentaneas ocasionadas por la sobredosis "pasiva" de estupefacientes en un turbio recital de reagge, encuentros clandestinos con visitadores en horas insólitas (vrg: durante un River-Boca), etc.

El domingo G*ill*t* reloaded volvió a las canchas de Ciudad Universitaria. Más flaco, más adulto, pero no por eso sin dejar su sello. En menos de dos horas se quejó de los mosquitos, refunfuño por el horario, enyetó a su hermano y al equipo, y grabó las alternativas principales del partido. Videos de buena factura (se ve que eso viene de familia) y otros bizarrísimos que dejarían boquiabiertos a los directores de una escuela de cine francés de vanguardia, fue el resultado de su labor detrás de las cámaras.

Para deleite de coleccionistas de videos extraños, acá uno para tener en cuenta. (Nótese el detalle del final. tranquilamente podría decir como cierre "Así empieza, Fútbol de Primera")


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