CHAPA. Es la única palabra que puede explicar cómo después de los primeros 30, 35 minutos (¿cuánto se jugó al final?) Rocamora terminó arriba en el marcador gracias a su eterno goleador. Wanda Nara es un buen proyecto de equipo con individualidades interesantes, pero que le falta mucho rodaje para ser un Equipo, con mayúsculas. Ganar un campeonato en el que Estudiantes de Coronel Suarez juega las semifinales (equipo que baldosea en la última categoría desde que empezamos a jugar el torneo o incluso antes) te da la pauta de que la D puede ser muy difícil, pero también muy fácil. Pero con los grandes (?) es otra cosa. Hace falta mucho más que entusiasmo y vocación ofensiva para seguir ascendiendo.
PINTURA. Lo lindo llegó en el segundo tiempo. Con el mediocampo con los motores calientes, Wanda terminó bailando y no precisamente por un sueño. Un peludo importante y un golpe de realidad de 4 pepas (mojó hasta ... Turquito!!!) clausuraron una actuación que invita a soñar para lo que viene. Aún con ausencias (Juampi convalesciente; Drigo perdido, girando por Buenos Aires (?); Tomi en sus pagos), quedó claro que sobra materia prima. El Sr. Gol de Peli, con apertura de piernas del zurdo incluido, es una muestra cabal de ello. Rocamora le pintó la cara a Wandanara en el complemento.
Y Pensar que Wanda Nara hasta hace un tiempo era virgen (?). Ahora ya sabe lo que es que le den por la cola (?).
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