Humildad de goleador

Mientras nuestro cappocanonieri (o como mierda se escriba) sigue con un 2008 terrible a puro gol, al que encima ahora le agregó su suerte en las barajas (puede haber novedades en el blog del poker en cualquier momento, Pollo), estas pocas líneas van dedicadas a otro gran goleador que, si bien no juega en el equipo, ya lo podemos considerar parte de la familia rocamorense: Sergio Simionato.

Efectivamente, a pesar de que intentó desviar la atención invitándonos a comer unos patys acá nomás (?), todo lo que pasa en el fútbol UBA no pasa desapercibido (capaz) y por eso, tarde pero seguro, hacemos llegar nuestras más sinceras felicitaciones por haber alcanzado el gol 200 en el torneo universitario. ¿Cómo fue festejado? Como lo prometió: remera alusiva a las dos centenas de anotaciones.

Pollo, prometo hacer la cuenta de los tuyos, a ver si todavía llegas al gol 100 y no lo gritás porque es de cabeza. Mientras tanto, y como lo que no abunda en este país actualmente es la originalidad, prometo que si llego a mojar el fin de semana le voy a copiar el festejo al pichichi de Namberwan. La ventaja que tengo es que no va a hacer falta confeccionar una remera para la ocasión. Directamente, después de hacer el gol, doy vuelta la casaca y exhibo la dorsal (?).