Un mal trago para Rocamora. Un resultado que no vino bien. Todo mal con el torneo de la uva. Algunos posibles encabezados para un domingo en el que no hubo milagro. Dos todo bien, tiró el barba, pero tres me parece mucho.
Entonces se dio la lógica y un buen equipo como es Resero, sin brillar pero merecidamente, se llevó 3 porotos claves frente a un diezmado Rocamora. Dicho sea de paso, creo que hay que hacer una autocrítica y aceptar que jugamos a lo Resero: re-cero goles, re-cero juego asociado, re-cero ideas para dar vuelta el resultado adverso.
El célebre Andy Chango alguna vez dijo algo así como que "el tiempo es la distancia, el espacio que transcurre entre un porro y el siguiente (?)". No sé a ciencia cierta qué es el tiempo, pero si es como dice el amigo Andy, este oasis entre tanto humo me volvió a dar la razón. Lo anticipé a comienzo de año: no juguemos amistosos contra equipos de nuestra misma categoría. Ya nos había pasado el año pasado con Riboc la misma historia. Baile en el verano y después, cuando hay que jugar por lo que vale, siempre pasa lo mismo: desaparecen nuestas dos parejitas de hermanos, nos agarran con el plantel desmantelado y nos la mandan a guardar. Pasó con Riboc y este año volvió a pasar de manera calcada con Reseros. El año que viene por eso no vamos a jugar ni con Bomba Psicológica ni contra Namberwan (?).
Nada más para agregar. Si algo nos enseñó el periodismo bostero es que a las victorias hay que agrandarlas hasta su máxima expresión (por más que sean en copas de leche) y a las derrotas minimizarlas con cualquier excusa. Por eso, seguiría escribiendo, pero se me cansa la única mano hábil (?).
A los fines de levantar un poco el ánimo y la pobreza de este post, les brindo un compilado con lo mejor del gran Andy Chango, para que se cultiven con una mente brillante.
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