El año pasado, alrededor del mes de octubre, me crucé por los pasillos de Ciudad Universitaria con uno de los más verborrágicos (sino el más) futbolistas de la historia del deporte. El tero de junín (de quién otro puedo estar hablando) al verme, intentó escabullirse entre la muchedumbre, quizás avergonzado por la paupérrima campaña de su equipo, que por ese entonces (y tal como luego sucedió), se estaba yendo al descenso.
Pero el deseo de figurar pudo más y afrontó como un caballero mi cordial saludo y la inmediata pregunta respecto del porqué de tan calamitosa campaña teniendo en cuenta que todavía lucían al traje de bicampeón.
El Tero tardó una fracción de segundo en reaccionar, pero enseguida agarró el tratado general sobre excusas, tomo 4, capítulos 1 a 5 y enumeró un sinfin de causales que habían ocasionado la hecatombe: lesiones, expulsiones, abandonos, nuevos trabajos, casamientos, viajes al exterior, problemas contratuales, peleas con el técnico, etc. Todo esto y mucho más eran los componentes del cóctel letal que los hacía caer de categoría.
Hasta ahí el monólogo era predecible, y entendible a la vez. De hecho, reconozco que me compadecí de la situación, recordando épocas negras en las que el fantasma del descenso se sentaba con nosotros a tomar una Gatorade después de los partidos. En el fondo, Junín es clásico, pero a la vez es un institución amiga.
Pero el Tero la embarró. Envalentonado, tal vez, por mi actitud comprensiva, se despachó con una frase que aún tengo guardada en la memoria: "Igual, quedate tranquilo que si llegamos a descender, armo el equipo de nuevo y a la B la pasamos por un tubo".
Hoy, casi un año después, el tiempo le da la razón. Casi invicto (9 derrotas sobre 10 posibles), Junín se esta yendo a la C... por un tubo!
El domingo se le puede dar un empujoncito más a los muchachos del Puma Goity. Es una tentación muy linda, que sin embargo no debe hacernos subestimar al león dormido. Es un clásico, y como todo clásico, no cuenta lo que pase en la tabla de posiciones al momento de jugarlo.
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