Por escueto margen (apenas un voto), el Tecla Frías se hizo acreedor del triunfo de la primera encuesta oficial del blog. Su mérito: extrañamente a lo acontecido años anteriores, el Tecla no abandonó la cancha, luego de "lesionarse" en algún choque circunstancial. Estudiosos del fútbol de la UBA, tienen registrados en sus historiales, innumerables entorsis de tobillos y lesiones de toda índole (gama que va desde dolores en la rodilla hasta increíbles otitis) que han hecho al mediapunta retirarse del terreno de juego antes de cumplirse los 90 minutos, o directamente no concurrir a los partidos en virtud de tales daños.
Inclusive, muchas de estas lesiones (casualidad o no) se han producido antes o durante encuentros trascendentales (el más famosos data de dos resonantes ausencias ante Junín y Misión en el año 2004), motivando que el mote de "Pecho" ubicado justo antes de su poco feliz apellido se desperdigue por toda Ciudad Universitaria. Yo no dudo de la hombría del pájaro, y es por ello que atribuyo estas lesiones a una combinación explosiva que incluye un muy mal estado físico, predisposición genética a desprendimientos musculares y una terrible mala leche. Sin embargo, el apodo, una vez que se populariza es muy difícil de neutralizar por aquello de que cuando el río suena, agua trae...
Pero Pablito va a dar batalla. Y así lo confirmó el domingo, cuando una doble paralítica, hacía que la inminente salida del pájaro en el momento más duro del partido pagara menos que Federer en las casas de apuesta de Wimbledon. Pero no, en una pierna y todo, y con la movilidad reducida casi al máximo, el Tecla no salió nunca del terreno de juego. Al simple observador le habrá parecido casi heroico ver correrlo saltando en una pata, y no precisamente de alegría. Pese a su historial, pese a sus lesiones, pese a que dicen que tiene 7up en las venas, el Tecla lo logró.
¿Qué no salió porque no había más cambios? Si, es cierto. Pero es un dato menor (?).
Por todo esto, y por el esfuerzo, felicitaciones pájaro.
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