viernes, noviembre 17, 2006
Las dos caras de la cancha 5
El monumental de la UBA (?) será testigo de la anteúltima presentación de Rocamora antes de fin de año. Para los amantes de las estadísticas y de los datos superfluos que no conducen a nada, esta cancha es definitivamente especial. ¿Por qué? Porque tanto el mejor partido del torneo como el peor se jugaron en el rectángulo de sintético. Repasemos:
Corría el mes de abril (creo) y arrancaba el campeonato. Luego de un arranque timorato y con incidencias (piojo, dormido, llegó tarde; colombia, dormido, siguió durmiendo), Rocamora consiguió ponerse en ventaja en su primera llegada. A partir de allí, Amenaza de Bomba, sufrió un vendaval de fútbol, toques, champagne y jogo bonito que deleitaron a todos los presentes. La orquesta sonó más afinada que nunca (?). El resultado final fue 3 a 1, pero pudo ser más abultado.
Unos meses después, la crisis era nuestro jugador número 12. Derrotas insólitas, mal juego, errores infantiles. La debacle estaba a la orden del día. Pero el domingo que se jugó contra Preguntale a tu novia, el equipo tocó fondo. Con pocos jugadores disponibles, se tuvo que llamar de urgencia a Edu (te debo el post de tu lesión) y a Turquito. El 1 a 1 del primer tiempo no presgiaban el descontrol en el que se sumió el equipo en la segunda mitad. Sin alma, desordenado y a recriminación pura terminó Rocamora jugando ese día. El resultado final fue 1 a 3, pero pudo ser mas abultado.
El domingo tenemos el bueno. Esperemos que la cancha 5 nos regale un partido digno de anotar debajo de las memorables goleadas a Fumateam y a la Banda de Lermo.
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