Jugó de 3, de volante por izquierda, de enganche, de doble 5 y hasta de arquero. Pero su puesto es arriba. Su instinto asesino lo delata. El tiene que estar arriba, el gol es su droga (?). En una época de sequía y muchos goles errados, se erige como autor del 50% de los goles de Rocamora en los últimos 4 partidos (el otro 50% fue convertido por el heredero natural (?) del Pollo).
Pero no sólo es noticia por lo que produce adentro de la cancha. Sus declaraciones altisonantes, aun pronunciadas desde las sombras y con tono suave e impasible, le dan de comer a este blog como pocos (quizás el tecla es el único que se le asemeja en este aspecto). Su ideología, más que polémica desentona con el perfil bajo que cultiva, generando un personaje carismático pero tétric y misterioso a la vez.
Por sus venas corre sangre pura, de los linajes más renombrados de la Antigua Europa. Y como todos los integrantes de esta familia de fina estirpe, no duda en los momentos cúlmines. Jamás tiembla cuando queda mano a mano y la pelota está pegada a su pie izquierdo (si en cambio, tiene problamas cuando la pelota la tiene en la cabeza).
Por todo esto y por mucho más, un homenaje sentido a un goleador de raza que te mata en el area.
(¿O es un goleador de raza aria que te mata sin sentido?)
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