Hay vida después de la cancha 2. Aquél terreno verde que se extiende luego del límite de la pista de atletismo de Ciudad Universitaria, y que estuvo tradicionalmente vedado para Rocamora, quiere ser pisado por el puntero del campeonato. Y no eligió mejor ocasión para ello que este domingo a la tarde en un clásico de clásicos: Junín.
La cancha 1 y su historia quiere ser el escenario ideal para otra tarde histórica.
Tres años pasaron exactamente desde el último partido completo que disputó Rocamora en la cancha más grande del predio universitario. Paradójicamente, fue un domingo, también a las 15:30 de la tarde... y con Junín! Probablemente en lo que fue la tarde más gloriosa de la institución, le cortó al verde una seguidilla de más de 30 partidos sin perder con un gol (cuando no) del interminable Pollo. Fue la tarde de Drigo jugando todo el partido de 8, del debut y despedida de Ariel (el refuerzo que trajo Peli, pero que no conformó a la dirigencia), del sorpresivo viaje del Tecla a Córdoba (acompañado por el nene) que incentivó las críticas sobre su débil temperamento (dicho en términos elegantes) que ya provenía del secundario, de la situación clarísima que dilapido el Huevo con una rabona que exasperó los ánimos, de los 20 minutos de Jackson que abrieron el partido... En fin, de un 1-0 díficil de olvidar, que terminó facilitando el ascenso a la categoría B.
La historia cierra perfecta si no fuese por un pequeño detalle. En realidad, en el 2005 hubo un partido en esa cancha. Bueno, un partido es una forma de decir. Seguidilla de hechos bochornosos, es un término más apropiado. Problemas administrativos que dejaron fuera de la cancha a 3 jugadores, un equipo remachado y de sólo 9 hombres, una actitud digna e incluso merecedora de un triunfo parcial, la expulsión de Drigo, la lesión de Peli, el cortito al mentón del 10, el abandono del Pollo. Un partido que no pudo terminarse porque había más gente afuera que adentro. A partir de allí todo fue cuesta abajo y la campaña de ese año casi se corona con un desastroso descenso a partir de una serie concatenada de derrotas, sólo cortadas por un 0-0 y una victoria por WO.
La cancha 1, el maracaná (?) de la UBA, nos espera el domingo para regalarnos una jornada inolvidable. Para bien, como los recordados triunfos frente a Oruga (debut del Colombia con gafas, zapatillas, manos desnudas, gorrito de lana y remera blanca mangas largas) y a Est. de Coronel Suarez (el día que descubrieron que el Pollo "era distinto"), o para mal, como la dolorosa derrota frente a Odonto en el 2002 (con el Gato al arco y Guillote Santamaría de 6!!), el domingo definitivamente no va a ser un día más.
Es la cancha 1 y su misticismo, es Junín y toda la rivalidad (nada de equipos que se inflan durante la semana y a la hora de los bollos les metes 5 pepas, con merengue inolvidable), es la punta y su subsistencia. Por lo menos en la previa, un partido para alquilar balcones.
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