Le tenía un fe ciega al Pollo para el domingo, pero el 9 me defraudó y no pudo marcar en el infierno que era la cancha 1 a esa hora. Sin embargo, la salvación llegó a través de su hermano, que tocó el cielo con las manos después de su golazo.
Así que, después del 1-0 que puso arriba a Rocamora en el historial de partidos oficiales frente al verde, y del bautismo goleador de Juampi en clásicos, de la unción del equipo como candidato serio a pelear el título y la confirmación de la punta, se puede decir que en la iglesia rocamorense:
-No hay Papa, si no papá.
-No es Juan Pablo II, si no Juan Pablo, el 2.
-Y el 1, la cabeza, no está en la Basílica de San Pedro (centro de Italia) , adentro y en la terraza, defendiendo la parábola del hijo pródigo, si no que el centro con parábola prodigiosa de san Pedro (Freixas), encontró la terraza de la cabeza del tano (como le dice un árbitro de la UBA a Juampi), para mandarla adentro y vencer la defensa del 1.
Mientras Junín intenta una difícil resurrección de entre los muertos, yo lo único que se es que si salimos campeones reventamos un bar (mitzvá (?))
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