domingo, septiembre 02, 2007

Defensores de la punta

(Pollo con la 3 y Juampi con una remera celeste y negra. Perlitas que nos regala el fútbol universitario. Ya nada sorprende)



Condimentos picantes para un domingo especial: un partido jugado casi de madrugada (si viejo, domingo a las 9 es madrugada. Ni los porteros estan despiertos a esa hora), con una neblina made in England, con una camiseta de la época pre-metrosexual, con jugadores de viaje, dormidos, "demoraos" (demoraos, no me comí ninguna "d") o con lesiones insólitas, con otros que abandonan el campo de juego en la mitad del encuentro (por vómitos, esguinces o tirones en el isquiotibial -la lesión del cagón, según Juampi-), con un planillero que le da paja buscar las casacas alternativas y te dice sin inmutarse "andá a buscarlas vos" y, por último, un árbitro que no será abogado, pero que la ley de la compensación la aplicaba al dedillo.

Con todo esto se armó un cotejo que fue parejo en el primer tiempo y baile en el segundo, frente a un equipo cuyos integrantes, a medida que pasaban los minutos, iban abandonando la cancha cual plateistas de equipo exitista. Se iba la pelota afuera, y salía uno. Córner a favor nuestro, se iba otro. Una cosa de locos. Con ese panorama, sumado al oficio del puntero que soportó los embates de los primeros 45 con firmeza y que luego demolió lentamente, no sorprende que el resultado final haya sido un abultado 3-0 que incluso pudo haber sido mayor de no ser por el toqueteo intrascendente del final para cuidar la pelota y consumir el tiempo restante.

El emperador del gol, siempre vigente, anotó casi desde el vestuario para jugar con tranquilidad el partido. El Colombia respondió con solvencia cuando se lo exigió. Y Peli liquidó el pleito con dos obras de arte. Sobre estos tres puntales se asentó el nuevo éxito rocamorense.

La bomba que colgó al ángulo y el slalom, digno de un esquiador del cerro catedral, que terminó con un pase suave a la red, del mayor de los Freixas sirvieron para limpiar la mancha en el apellido que generó la inexplicable deserción de mini-Peli (apodo que patentó Jackson hace un par de años). Tomy es un gran jugador, pero su sangre tripera (¿tienen sangre los triperos?) y su precoz edad son un caldo de cultivo para posibles conductas carentes de disciplina deportiva. Que lo diga Peli, sino, que todavía lidia entre la noche, el speed con vodka y la música electrónica, y el amor por la pelota. En fin, vicisitudes que ocurren cuando uno juega en el primer turno.

Otros 3 puntos para la cosecha ´07, que valen más por los resultados de los inmediatos perseguidores. Con las ganas de siempre, el fútbol que le gusta a la gente (?) y con actitudes como las de Drigo y Turquito, que se patean los huevos y jugaron lesionados, el título empieza a tomar color. Se viene Junín y ya hay que empezar a pensar en un clásico que vale mucho más que tres porotos. Mientras, a disfrutar del triunfo frente a defensores de Viedma. Cómo no hacerlo, si con resultados así yo me río, negro (?).

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