domingo, septiembre 23, 2007

Sarmiento de Junín

El Pollo es como Sarmiento, aquél ex-presidente y cuyo nombre llevan hoy plazas, calles, museos, colegios y equipos de fútbol, del que dice la leyenda que no faltaba nunca. Que siempre estaba. En eso se parece al 9 de Rocamora, nuevo pichichi del campeonato. A la hora de mandarla a guardar, el otrora emperador del gol dice presente. No hay domingo ni feriado que valga. Y si por alguna razón no puede estar (verbigracia, clásico con Junín), no se desanima, si no que se mentaliza y en la próxima ocasión cumple y por dos. Que lo diga sino Te con Muletas, que hizo un digno partido pero sucumbió frente a la sabiduría dentro del área delnuevo prócer del gol. Hizo dos. Valen tres.

Yendo al partido estrictamente, es momento hacer un bandera como la que le hicieron a Palermo (pero no en inglés. Lo de los bosteros lamentable), y empezar a tachar lo que queda hasta el final. Ya pasó otro más y quedan 7 partidos. 21 puntos en juego es una eternidad, más teniendo en cuenta los partidos durísimos que nos quedan (que son casi los mismos que tiene nuestro inmediato perseguidor). De cualquier modo, el equipo parece haber encontrado la vuelta sobre como jugar en esas canchas poceadas, duras, sin pasto y, como ayer, con vientos huracanados.

Lo más destacable de este domingo ventoso fue que por tercera vez consecutiva se mantuvo la valla invicta (zafamos con el tiro libre y con la que Juampi sacó de la línea ¿con la mano?) y que, sobre todo en la primera mitad, se logró jugar por abajo y generar peligro sin abusar de los pelotazos.

Las dos variantes de la segunda mitad le dieron más variantes al equipo para jugar el palo por palo que propuso Te con Muletas en ese tiempo. Cada minuto que pasaba representaba un "delantero" más que no volvía y, por lo tanto, un defensor menos. Lo tuvo Drigo (otro de muy buen partido, con juego y sacrificio) para liquidar, pero la cancha le jugó una mala pasada. Lo tuvieron Braca, Peli y Pollo, para golear, pero el arquero respondió de manera brillante. Finalmente fue 2-0. Justo y suficiente.

La tarde en la que el "ex-oreja" (?) Frías festejó su cumpleaños acompañado de las secuelas de la operación, su compadre no lo extrañó para nada y de la mano de sus nuevos socios (bien apuntalados por un doble 5 con marca y juego) marcó una dupleta con dedicatoria de pájaro.

Para finalizar, si algo nos enseñó la cultura del Olé es que, el que hace un gol vale todo y el resto nada. Así que nos sumamos a la movida y por eso con este edición (?), de regalo un wallpaper de colección del Pollo, para colgar en la pared de tu cuarto (?).



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