Historias de boliche

Roberto -?- (jugador de Costa Rica): "Che, flaco, que feo que sos..."
Edu (galán -?- rocamorense): "Convengamos que vos no sos Brad Pitt"
R: "Eso lo tenemos que ver en un boliche... a ver quien levanta más"
(Diálogo escuchado en la cancha 2, en una de las tantas trifulcas, en el partido Rocamora vs Costa Rica)

Viernes, 23 horas. Edu llega apurado al Paseo del Sol. Roberto lo acuchilla con la mirada: "una hora tarde, qué lento sos para hacer todo. Yo pensé qué sólo eras así dentro de una cancha". Edu no le contesta. Se sientan en una mesa y piden dos birras. Roberto empieza a servir, pero se le vuelca el contenido. Edu recoge el guante: "No podés ni desbordar a un vaso".
El que guarda silencio ahora es el hombre costarricense.

"Bueno, basta de boludeces. ¿Para dónde enfilamos?" -cuestiona Edu-.
"A Perú Beach" -replica Roberto, en un ataque de hermandad latinoamericana-.
"Ni en pedo. Vamos a tiket" -contraría Edu, rememorando buenos momentos neuquinos-.
"¿Qué es eso, indio? Ni loco"

Finalmente acuerdan un boliche intermedio: Pueblo Límite.

"Quedate tranquilo, ahí te dejan entrar. El patova no es como la defensa de Rocamora" define Edu.

Dentro del boliche comienza el desafío. Y por primera vez, nuestros dos protagonistas coinciden en algo: el fracaso absoluto a la hora de obtener conquistas amorosas.

Pasan las horas, pasan las mujeres... pero nada. Todos los tiros se van por arriba del travesaño. Incluso los topos geselinos tienen la tarjeta roja más fácil que la del colegiado del match de fútbol.

Pero cuando se moría la noche y el cero a cero era inamovible, apareció la novia de Edu, que había ido al boliche a una despedida de soltera. Nuestros tortolitos se fundieron en un interminable abrazo.

Y como en el fútbol, todos los goles valen uno... qué se yo: Ganó Edu 1 a 0.

(el nombre del jugador de Costa Rica es un homenaje al Galán más grande de la TV. Se ha formado una parejaaaaaa....)