Un gol de otro partido

A medida que pasan las horas, el sabor de la derrota cada vez es mayor. Lo que la noche anterior parecía completamente utópico, el domingo a la mañana rozó la realidad. De una goleada catastrófica en los papeles, se pasó en cuestión de minutos a un partido más que parejo, que estuvo para cualquiera. Apenas un pelotazo de otra galaxia ayudado por el indomable viento fue el causante de tener que volvernos a nuestras casas con las manos vacías.

Hay que reconocer que el gol fue un Golazo (con mayúscula). Suerte, calidad, apuntó, tiró un centro, terminó la jugada... llamalo como quieras. Pero la clavó en un ángulo y nunca más en su vida va a hacer un gol así. Lo que comunmente se dice, un gol de otro partido.

Como obviamente no tengo el video, conseguí, en cambio otro de un gol que tampoco tiene que ver con el resto de los 90 minutos que se jugaron en aquella oportunidad.

Muchachos, esto es fútbol. Y te puede pasar que tenés el partido controlado, que cerraste todas las vías de acceso a tu portería, que estás jugando como nunca... Pero viene una jugada, vaya uno a saber de dónde y pum: 0-1. Como nos pasó a nosotros. Como la pasó al equipo del video.