El fútbol en como el truco.
En el tradicional juego de cartas criollo uno recibe las cartas, las orejea y según el nivel de las barajas se escoge una estrategia. Si las cartas son altas, probablemente la mano este ganada de movida y la pericia del jugador hará que la diferencia que se oibtenga se de uno, dos o mas puntos. Si en cambio las cartas no son del todo positivas, el secreto en ese caso reside en hacerle suponer al contrincante una realidad que matice las carencias. En este último caso, gana el que mejor engaña.
En ese sentido es igual al fútbol. Si a vos se te para frente a la pelota en un tiro libre en el borde del área, de frente, un tipo que mide casi dos metros, que tiene apodo de goleador (?) y que con confianza acomoda la pelea y saca a los demás compañeros, el arquero es lógico que suponga que el shoteador es el ancho de espadas.
Entonces le quedan dos opciones: ubicarse detrás de la barrera y volar lo más que se pueda para intentar evitar la parábola de una pelota que indudablemente tiene destino de ángulo, haciendo un poco más digna la caída de la valla, o refugiarse cobardemente detrás de la hilera de hombres que prueban su virilidad en un pelotón de fusilamiento, para no comprometer su integridad frente al bombazo recto y seco que se viene al palo del golero. Esas son las opciones. No hay otras.
Entonces, cuando el tipo de casi dos metros toma carrera, apunta y dispara del botín un tiro que es una cebita en realidad, que impulsa mansa la pelota, tan mansa que pica una vez (y a la altura del punto del penal) antes de que llegue a la red, a media altura y a velocidad de Minardi, es resultado es lógico: es gol. Porque un arquero medianamente previsor ya eligió alguna de las dos opciones posibles y para el momento en que se da cuenta de que todo era una farsa ya es tarde y la tiene que buscar adentro.
Moraleja: Una buena mentira te gana una mano. Llevándolo al fútbol, te abre un partido cerrado.
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(Perlita del video: En el punto del penal, hay un jugador que va a buscar el rebote, además de Pancho, porque cree que puede llegar a convertir. Esa clase de mentiroso es la peor, porque se miente a si mismo. ¿Quién es? Mas ayuda en la foto del final.)
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