martes, julio 03, 2007

Pegale al caído

Hay días que no te sale una. Que estás cruzado, que te meó un elefante, que tenés mala leche, que te están clavando clavos a un muñequito con tu imagen. Hay mil formas de llamar a esas rachas en las que te decís a vos mismo: "Me tendría que haber quedado durmiendo en mi casa y ni siquiera asomar la cabeza", aunque enseguida te convencés de que tal como están sucediendo las cosas probablemente se te hubiera partido alguna de las patas de la cama o caído en la cabeza un pedazo de mampostería del techo.

Peli, el domingo a la mañana, tuvo uno de esos días. Para ser francos, en realidad no jugó un mal partido. Sin brillar como en las otras tres fechas, aportó claridad por la banda izquierda, buenos cambios de frente y algunos destellos de magia. Ahora bien, a la hora de definir todo lo que había gestado... sin palabras. Creo que podía seguir pateando hasta hoy, que así y todo no iba a convertir.

Repasemos las más claras de ese primer tiempo maldito (en el segundo creo que directamente no piso el área, completamente resignado): tenemos el mano a mano solo (pero solo solo, eh?)frente al arquero que insólitamente la pelota se le fue larga pese a dejar al 1 en el camino, el tiro libre terrible que era un bombazo e iba al ángulo y el arquero sacó de manera notable, la que le quedó picando al lado del arco a una distancia no mayor al metro y que inexplicablemente se fue al lado del palo (les juro, que como dijo Tomi en su comentario, el borracho que esperaba el colectivo en Ciudad Universitaria lo hacia. Los que lo vieron al beodo me entienden).... Y así el resto de los minutos.

Para colmo de males una entró... pero la anularon por posición adelantada. Mañana negra si las hay.

Pero esto no es todo. Sus pifies frente al arco generaron la hilaridad de sus compañeros, rivales, espectadores y EL ARBITRO!!! El colegiado (Vicente para los amigos y para su documento (?) ) se mofó en dos oportunidades (en el entretiempo y en el bar, al finalizar el partido) del zurdo neuquino.

Maltratado cual Gato Gaudio en la Copa Davis frente a España, Peli respiró aliviado cuando pudo abandonar Ciudad Universitaria (claro está, que antes el colectivo le cerró la puerta en la cara y lo dejó esperando media hora más frente al pabellón 2).

Como me encanta hacer leña del árbol caído y porque estoy envalentonado por las buenas críticas que recibió el "Tincho Game (?)", saco al mercado una nuevo pasatiempo. Ya le pegaron sus compañeros de equipo, los espectadores y el árbitro. Ahora te toca a vos.



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